CAMBIO DE HÁBITOS

Todos queremos vivir una vida más sana y saludable y que nuestros hijos se acostumbren también a una vida más llena de salud y bienestar.
Y no es nada difícil de conseguir. Solo hay que cambiar los malos hábitos que hemos ido adquiriendo a lo largo del tiempo, mayoritariamente basados en cuestiones de comodidad y de rapidez en una vida que cada día nos lleva a vivir más estresados y más pendientes del reloj.
Empezaremos por nuestra alimentación, la parte más importante de nuestra vida y la que se lleva la peor parte en cuanto a malos hábitos.
Hagamos un poco de memoria y recordemos qué comíamos cuando éramos pequeños. Seguro que todos recordaremos esas ollas de cocido, los pucheros de legumbres, o ese caldo que se podía cortar con un cuchillo.




 Posiblemente también podremos recordar el sabor de esas carnes, sobretodo las de pollo, conejo, o cerdo, animales que se solían criar en muchas casas de pueblo y que se criaban y alimentaban con productos naturales.
Y que decir tiene de las frutas y verduras, muchas veces recién cogidas del huerto y que eran consumidas en pocas horas, manteniendo todo su sabor.
Aquella sí que era una alimentación sana y natural.
En cambio ahora ¿qué tenemos?

Pues tenemos muchas comidas pre-cocinadas, congeladas o enlatadas. La falta de tiempo o la mala organización del que tenemos, hace que nos decantemos más por las comidas rápidas, los bocadillos o las de preparación industrial, que por los tradicionales asados, cocidos o guisos que se preparaban a fuego lento.
-No hay tiempo para cocinar - dirán algunos.
¡Siempre hay tiempo para cocinar! Y tampoco hace falta que nos pasemos largas horas en la cocina. Lo único que hace falta es que aprendamos a organizar el poco tiempo de que dispongamos y a cocinar platos sencillos, fáciles y muy sanos.

Este sería el primer y más importante cambio que deberíamos introducir en nuestras vidas. La comida.
Os dejo un par de consejos y algunos trucos.
-Comprad las frutas y verduras siempre muy frescas y en la cantidad adecuada al número de personas para las que tengáis que cocinar, no vale que se pasen días dando tumbos por la nevera, pierden calidad y nutrientes y se ponen asquerosamente incomestibles.
-La carne también muy fresca. Y el pescado.
Ahora unas sugerencias. Si vivís solo o sois solo dos, podéis congelar, en el mismo momento de llegar a casa, todo lo que no vayáis a necesitar. Lo tendréis disponible para otro día, y en el momento de la compra os puede salir un poco más barato.
-Al medio día apetece una ensalada pero... casi no hay tiempo para prepararla. Fácil. Cuando compréis la lechuga, la troceáis, la metéis en tápers y a la nevera. Siempre estará a punto de aliñar.
-No hace falta pasar horas cocinando. Esto lo podéis dejar para cuando tengáis fiesta o cuando os apetezca. Cocer arroz, pasta, o legumbres, no tiene ningún secreto. Y en cinco minutos se pone la plancha al fuego y se cocina algo a la plancha, al tiempo que se prepara una ensalada( ya la tenemos cortada y a punto de aliñar)
-Tema bocadillos, para el trabajo o el cole... El domingo se compra el pan y el embutido de toda la semana, se preparan los bocadillos y al congelador. Cada día se sacan los que se necesiten. Ya se irán descongelando...

Creo que de momento ya tenéis por donde empezar, así que ¡Manos a la obra!